En mi vida he ido tanto al teatro como desde que soy madre. Me ha encantado siempre pero cuando era joven y libre como el viento, tenía tiempo pero no dinero, y ahora ya no tengo ninguno de los dos. Pero la cara de mis hijas mirando atónitas al oso Baloo del musical El libro de la Selva hace que valga la pena hacer un esfuerzo y dejar de depilarme un mes para poder sacar las entradas en el Teatro Maravillas, (al fin y al cabo tampoco tengo tiempo de enseñar las piernas más allá del ámbito de mi casa…).
Así que allí que nos encaminamos una tropa de amigos con nuestros zagales a ver qué es lo que nos ofrecía el teatro. He de decir que la entrada cuesta 16 €, un sacrificio que si multiplicamos por dos niños y dos adultos se hace un poco cuesta arriba, pero que si formáis un grupo puede salir entre 12 y 10 €, algo más asequible al bolsillo del año 2014. Aún así, cuando ves el montaje del escenario entiendes que las entradas valen lo que cuestan.
La obra dura hora y media, y está pensada para niños entre 3 y 8 años. Es una adaptación de la obra El Libro de la Selva escrito por Rudyard Kipling en el siglo XIX, y muy parecida a la famosa película de Disney. No vayáis con las expectativas de encontrar las mismas canciones que en la película ya que, aunque algunas se parecen mucho en la letra, las melodías son totalmente distintas. Aún así, las mías no perdían ojo a la coreografía animal de los personajes.
Por supuesto, la escenografía de la obra, no llegando a ser espectacular, está bastante trabajada, así como el atuendo de los personajes. Pero lo mejor llegó cuando aparecieron las serpientes y una de ellas nos hizo un número acrobático sobre dos cuerdas (mis hijas ni respiraban). También les gustó mucho que los personajes interactuaran con el público y no pararon de aplaudir y bailar como descosidas en toda la obra.
Muy a tener en cuenta es que la obra está adaptada al lenguaje de signos, y les enseñan a los niños a decir algunas frases con las manos (mis hijas se pasan el día diciéndoselo a todo el mundo y como no lo hacen muy bien ¡a saber lo que dicen…!), algo que raramente encontramos en el teatro y que hay que valorar muy positivamente.
En definitiva, que uno paga la entrada muy a gusto cuando ve todo el trabajo realizado por los actores y, sobretodo, cuando escuchas la risa de los chavales al ver a Baloo rascándose contra una palmera.
Por cierto, conviene reservar porque cuando fuimos nosotros no había ni una entrada libre.
¡Más que recomendable!
Dónde: Teatro Maravillas. c/ Manuela Malasaña, 6
Cuándo: los domingos 12:30 y 16:30 h, hasta primeros de marzo
Precio: 16 €, con entradas reducidas para grupos
Web. http://www.teatromaravillas.com/cartelera.html