¿Acaso puede haber algo mejor que asistir un sábado a una representación del cuento de la Bella Durmiente y que encima canten? ¡Pues no!, o por lo menos eso es lo que opinan mis hijas, a las que les faltó tiempo para arrastrarme a la puerta del teatro San Pol para enseñarme el cartel en cuanto lo vieron.
Es lo que tiene vivir a las puertas de un teatro infantil, mis hijas podrían ser sus asesoras personales en materia de estrenos, porque no hay obra que se les resista. El caso es que en cuanto se enteraron de que iban a estrenar la obra del Musical de la Bella Durmiente este mes, y que duraría sólo hasta el 10 de enero, no cesaron en sus peticiones hasta que lo consiguieron (y ya sabéis cuanto puede ser de convincente un niño).
Así que acudimos a su estreno con un cargamento de palomitas y tentempiés varios, no hubiera que salir a mitad de la obra y nos perdiéramos alguna canción. El caso es que los actores ya lo advierten al comienzo de la obra: lo que vamos a ver es otra versión del cuento. No es muy diferente de la que conocemos de Disney, -que no deja de ser una versión de la productora, ya que el verdadero cuento es del siglo XVII y fue escrito por Giambattista Basile bajo el título “Son, Luna y Talia” y es mucho más espeluznante, si queréis conocer la verdadera historia meteros en este post que os aseguro que no os dejará indiferentes https://planesparahacerconhijos.com/2015/02/cuentos-para-no-dormir/-.
La directora de la obra Ana María Boudeguer y Julio Fischtel han conseguido mantener la esencia del cuento pero suavizando la crueldad del Hada mala, que en esta versión se llama Carabosse y no Maléfica (no sé la razón, quizás sea su nombre verdadero…) aunque sigue siendo mala, mala de verdad, aunque como canta fenomenal mi hija Alba le perdonaba todo (sin embargo Marina dijo que no contundentemente, que había que castigarla en el rincón de pensar). Y el escenario sin apenas cambios resulta de lo más convincente, y aunque mis hijas no opinaron nada sobre el vestuario yo tengo que aportar que es impresionante, me encantó.
La compañía La Bicicleta, un clásico de este teatro, es quien lleva a escena esta versión del cuento, y como siempre consigue eclipsar a niños y mayores. Mira que es difícil tener sentado a un niño durante hora y media que dura la sesión, pues siempre son capaces de conseguirlo. Yo tenía mis dudas de si a mis hijas les iba a gustar un musical, pero allí se quedaron pegadas a la silla con los ojos como platos, sin pestañear ¡y sin ir al baño ni siquiera en el descanso! Todas las canciones cantadas (que no de fondo, que son de Tchaikowsky) son creación de Miguel Tubía, que forma parte de la compañía, así que solo las podréis oír aquí.
Y, en la parte final, cuando aparece el príncipe, nueva sorpresa… ¡el príncipe se llama Desireé! como nuestra vecina, y de nuevo me asalta la curiosidad del porqué de este nombre (el de Disney se llamaba Felipe).
Como broche final de cada obra del teatro San Pol www.teatrosanpol.com, los actores se hacen fotografías con los niños al final de la obra, aunque Marina no quiso subir al escenario porque no le caía nada bien el Hada mala.
Para finalizar el post, os hago un llamamiento; nada nuevo pero triste. El teatro está cada vez más en declive, las salas no se llenan, y la verdad es que cuando uno ve el precio de las entradas puede asustarse un poco, sobre todo si somos varios de familia, pero cuando entras en el interior y comienza la magia, ves el trabajo de los actores, guionistas, músicos, vestuario, del escenario, de todas las personas que ponen su ilusión en divertir a los niños y en hacer que ese momento sea especial, y te das cuenta de que pagar la entrada merece la pena, aunque sea como un evento especial para estas navidades.
¡Este puede ser un bonito regalo de Papá Noel!
PD: Aquí os dejo el video de la obra del 2007, que es parecido aunque los actores han cambiado y ahora no hay ballet.
Dónde: Teatro San Pol. Plaza San Pol de Mar. Madrid
Cuándo: Hasta el 10 de enero
Precio: desde 12,50 € a 20 €
http://www.atrapalo.com/entradas/la-bella-durmiente_e31083/