Perpleja me he quedado cuando me he enterado que en el cuento original de Rapunzel, la susodicha se queda embarazada tras una de las visitas del príncipe a la torre.
No quiero ni imaginar la cara de mis hijas si vieran la versión real, menos mal que el tiempo ha suavizado la versión, y ahora solo se dan un beso (para mis hijas eso ya es casarse), así que ellas tan contentas.
Por lo visto, en los cuentos de los hermanos Grimm, allá por principios del siglo XIX, la adolescente Rapunzel, fue encerrada en una torre por una malvada bruja, pero agarraros porque ahora viene lo más fuerte… ¡no era princesa!, sus padres eran unos simples campesinos (qué manía tiene Disney con encasquetarnos a una princesa en cualquiera de sus historias, como si a la gente normal no nos ocurrieran cosas lo suficientemente sorprendentes e inauditas, seguramente mucho más que a las princesas). Así que la pobre niña, fue el precio que tuvieron que pagar sus padres a la bruja por coger unos rapúnzeles (que por lo visto son unas setas, aunque yo no las he visto por ninguna parte) de su jardín., y así terminó con el nombre de una seta «Rapunzel».
Las primeras recopilaciones de los cuentos de Grimm, eran bastante más cruentas y salvajes, y tras sucesivas reediciones, fueron despojándose de sus alusiones sexuales y detalles crueles propios del Medievo, hasta convertirse en una historia más del gusto de la burguesía de aquel siglo (y del nuestro). El caso es que, aunque el cuento se ha suavizado, en el Teatro San Pol, podemos encontrar un espectáculo teatral que se ajusta bastante bien al cuento original. Aquí no encontraremos princesas, aunque sí un príncipe, tampoco el cabello de la niña será mágico (¿a qué viene eso en la peli?), y además el final es el que realmente es, aunque en este caso, también tiene un toque de magia (no quiero desvelaros más).
Para los que no hayáis ido nunca a este teatro, os puedo decir que es el teatro infantil con más solera de la ciudad (31 años). Se trata de teatro clásico, ubicado en un gran sala con butacas y un escenario grande, y donde la compañía la Bicicleta (además de muchas otras) lleva representando unos 100 estrenos de gran calidad. La escenografía sorprende, los diálogos están muy bien trabajados, siempre con toques de humor y adaptados para los más pequeños, (mis hijas ni abrieron la boca en toda la función, e incluso se rieron muchísimo con las gracias de la bruja), y la música de George Gershwin es perfecta para la ocasión. Hay canciones (las justas), y bailes, con lo que el cuento les encantó.
Tal ha sido el éxito que han decidido prorrogarlo hasta el 30 de marzo. Así que daros prisa. Podéis encontrar funciones el sábado 29 (17:30) y domingo 30 (12:00 y 17:30). Además, durante el último fin de semana su compañía residente La Bicicleta impartirá divertidos talleres infantiles gratuitos sobre trenzas, media hora antes de cada función. Las entradas están a la venta en El Corte Inglés desde 12,5€ o en el propio teatro.
Y, os aseguro que por mucho que hayáis visto la película (a mí me sale por las orejas), la obra no defrauda tampoco a los mayores. ¡Ah! y al final los niños se pueden hacer fotos con Rapunzel.
PD: super importante: No se os ocurra ir en coche, es imposible aparcar. El metro es Príncipe Pío, y hay varios autobuses que dejan en la misma puerta.
Dónde: Teatro San Pol. Plaza de San Pol, 1 (cerca de la ermita de San Antonio de la Florida)
Cuándo: Hasta el 30 de marzo
Precio: desde 12,50 €
Web. http://www.teatrosanpol.com/
Jajaja, yo si que me sabía el cuento original; en realidad mola mas, además si no me equivoco en el original Rapunzel acaba teniendo gemelos, ¿o serían mellizas?. Yo tampoco entiendo porque Disney se empeña en intentar hacer suyos cuentos que al final empeora, y lo peor de todo, es que acabamos comprándolos. Viva el teatro!!
Qué plan más chulo. Es la película favorita de mis sobrinas. Leyendo tu artículo no tengo más remedio que llevarlas. Sigue dándonos estos planes tan guays