Una de las rutas más emblemáticas de Navacerrada es la que recorre los siete picos que podemos ver en el perfil de la Sierra de Guadarrama, en el puerto de Navacerrada. Si quieres salirte de las rutas habituales y descubrir zonas en las que no hay masificación dominguera, esta es tu ruta.
Por qué hacer el Sendero hasta los Siete Picos
Navacerrada está repleta de senderos, la mayoría de la gente conoce los que están a primera vista, porque son accesibles y fáciles, pero suelen estar más concurridos que mi pueblo en romería. Por eso, la ruta senderista de los Siete Picos es una de las rutas que más especiales nos parecen; apenas hay gente, observas paisajes que no se suelen ver desde las rutas que recorren el Puerto de Navacerrada, y es una alternativa a las rutas de siempre; pero… es una ruta exigente, es decir, para aquellos padres con hijos cañeros que aguanten una subida empedrada y una bajada por rocas a prueba de niños patosos.
Nivel de la ruta de los Siete Picos con los niños
Es lo que se dice, una ruta de nivel medio, moderado, o como lo denominamos los padres: a prueba de niños quejicas. Si tus hijos son de los que van todo el camino preguntando cuánto queda, esta no es tu ruta. Y, por supuesto, NO ES PARA CARROS DE BEBÉS.
Lo cierto es que, aunque nosotros nos hemos hecho, como unos campeones, 6 de los 7 picos, porque el séptimo quedaba ya muy lejos, siempre podemos recortar la ruta en función del quejido del niño; quejido corto, un pico más; quejido largo, un pico menos y pábajo. Truco infalible de madre montañera: Hay que llevarse un amiguito que los distraiga el camino, ¡no falla! Aguantan lo que sea.
La ruta es exigente, no solo porque hay que aguantar al principio una subida de aúpa (según mi marido, no es para tanto), y más tarde una subida un poco larga, sino porque está aconsejada para padres montañeros que no pierden los papeles en cuanto se despistan del camino. Se supone que la ruta es un PR (PR-M8, pequeño recorrido) es decir, que debería estar marcada con una línea blanca y amarilla durante todo el camino pero, lo cierto, es que ha llovido mucho desde entonces y las líneas brillan por su ausencia; así que la única manera de saber el camino es seguir los hitos (esas piedras en fila que vemos encima de las rocas) que los montañeros van dejando a su paso.
No es difícil de seguir, además, si te despistas, basta con tirar todo para arriba y llegas seguro hasta el primer pico.
Comienzo de la ruta
Antes de comenzar es imprescindible que toda la familia lleve botas montañeras que agarren los tobillos, (nada de chanclas), agua de sobra, algo dulce como chocolate, y yo aconsejo subir con bocatas, para celebrar la subida a la cima con un buen chorizo, ya que la ruta nos llevará unas 4 horas.
Aparcamos el coche en el Puerto de Navacerrada y, desde allí, cruzamos hacia el restaurante Dos Castillas, que hace esquina, nada más pasar tienda de alquiler de material de esquí (Verdesoto), subimos un terraplén a la izquierda que va por detrás de una caseta. Sí, es por ahí, aunque no lo parezca…
Continuamos el senderito pegados a la pista de esquí, subiendo y subiendo y subiendo, unos 500 metros, mientras escuchamos a los niños: “Pues como sea todo así yo me doy la vuelta”, “¿a qué ruta nos has traído?, ¿y cuándo llegamos? …” No os preocupéis, el principio es lo peor, luego tenemos una zona llana de 1 ,6 km, hasta llegar a la pradera de Siete picos, donde empezaremos la subida de nuevo.
Desde aquí podemos ver unas preciosas vistas de Madrid y Segovia, la Maliciosa, la Bola del Mundo y toda la Sierra de Guadarrama.
Luego, aunque sigue habiendo subida (1,4 km), es más llevadera, sobre todo porque habremos calentado y mentalizado de que lo que estamos haciendo es subir al pico que vemos arriba de la montaña, tras una preciosa cresta que algunos llaman la Sierra del dragón, por su parecido con el lomo de dicho ser mitológico.
Continuación de la ruta hacia el primero de los picos (Pico Somontano)
Continuamos entre pinos silvestres, y ya con menos pendiente, siguiendo las marcas del PR, y sino hay, los hitos. Tras unos metros, empezamos de nuevo la subida, esta vez por grandes pedruscos, y un sendero menos marcado. Aquí agudizar el ojo porque es fácil despistarse y perderse. Seguir los hitos y, sobre todo, sabed que es para arriba y ligeramente a la izquierda; de todas formas, os dejo al final del texto el enlace con Wikilock (una aplicación maravillosa de rutas donde nos indican claramente el camino) y solo tenéis que seguirlo.
Tras diez paradas a beber agua, dos pises, dos me canso, tres que me siento en esta roca, y cinco yo me doy la vuelta; por fin llegamos a un páramo donde unas grandes rocas nos indican que hemos llegado a la cima (también nos daremos cuenta porque ya no hay más subida). Desde allí vemos toooodos los picos que continúan la ruta.
Este es un buen momento para sacar el chorizo del zurrón, la tortilla y el jamón, hincar el diente, y hacer una mueca como de sonrisa tras el esfuerzo. Aquí tenéis dos opciones: volveos por donde habéis venido, y santas pascuas; o, continuar la ruta hacia los demás picos.
Os digo que una vez arriba, uno se emociona, sobre todo, al ver el paisaje y las impresionantes vistas de toda la sierra y Segovia.
Ruta hacia los demás picos de la Sierra de Guadarrama
Si los niños no se han deshecho por el camino, podéis continuar la ruta porque realmente, a partir de ahora, es cuando el camino es más bonito, entretenido, y ya solo queda bajar. El único problema es que son dos horas más de ruta, y hay que bajar por piedras con la habilidad de un ladrón de joyas nocturno.
Podéis elegir llegar hasta el pico que queráis, porque todos están muy seguidos, menos el último, y daros la vuelta cuando queráis o descender por donde os indico más adelante. Nosotros hicimos 6 picos antes de bajar.
Continuamos por la parte derecha de la cresta, subiendo y bajando piedras, con mucho cuidado con no romperse la crisma. Esta es la parte que más les gustó a mis hijas, porque eso de escalar como cabras les encanta y es menos aburrido que subir cuestas.
En el 6º pico, nos desviamos a la derecha por un camino, que apenas se ve; casi podría decirse que fuimos campo a través, aunque no es así, porque seguirás viendo hitos, algo increíble porque se trata de una bajada pronunciada, entre pinos y rocas; y que enlaza, tras unos 500 metros largos, con el famoso camino Schmidt, que nos devuelve hasta el puerto de Navacerrada de nuevo.
Enlace de la ruta con el Camino Schmidt
Sabrás que has llegado al camino Schmidt cuando te encuentres una amplia explanada, normalmente, llena de gente con mantas en el suelo haciendo picnic, se trata del Collado Ventoso. Una vez allí, coge el camino hacia la derecha: esta vez no tienes pérdida porque los árboles están marcados con círculos amarillos.
Desde aquí te queda 1 hora de camino pero muuuuy fácil ya que es un sendero de tierra ancho sin piedras. El camino en su mayoría es ascenso ligero, pero aquí mi pareja y yo tenemos una discusión eterna: ¿las subidas y bajadas continuas y ligeras son subida? En teoría no, así que si miráis el perfil de ruta, la última parte parece casi llana pero tiene un ligero desnivel, pero para los padres menos experimentados en la montaña, es decir, lo que viene a ser el padre medio (yo), ya os digo que algún repecho de dejaros sin aliento os queda, y, sobre todo, a los ojos de los niños, que ya van arrastrándose como babosas y no pierden oportunidad de echarte en cara que tú dijiste que era todo casi llano y eso es una subida en toda regla, ponga lo que ponga en los mapas topográficos.
Ruta muy chula, y diferente, pero solo apto para valientes.
Datos prácticos de la Ruta de los Siete picos
Enlace Wikilock: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/puerto-de-navacerrada-siete-picos-camino-schmidt-56479742
Kilómetros: 9,5 km
Desnivel: 3,97 metros de subida
Lugar de comienzo: Puerto de Navacerrada
Punto más bajo: 1829 metros / Punto más alto: 2155 metros
Ruta circular
Tiempo con niños y comiendo en el camino: 4 horas y cuarto
Dificultad: Media
No apto para carros con niños, ni niños en mochilas porque hay mucha piedra.