La cascada más alta de la Comunidad de Madrid no es algo espectacular, pero sí es una ruta fácil, cómoda y corta para ir con los niños. Algo que nos llevará poco tiempo, y que podemos combinar con otras actividades por la zona.
¡Nos vamos de ruta a La chorrera de los Litueros con los niños!
Ir con los niños a la Chorrera de los Litueros
Tengo dos niñas en el salón al borde de una guerra mundial… Llevamos metidos en casa un día y parece que no van a dejar pasar otro día sin pisar la calle, por muchos grados bajo cero que el hombre del tiempo mencione en su pronóstico.
No hay rincón de la casa donde no encuentre un juguete escondido, se han puesto todos los disfraces que tenían (unos encima de los otros), y los gatos se me han puesto en huelga de bigotes caídos (están hasta el moño de hacer de pacientes de estas minimédicos de pacotilla que les tiran de las orejas y les auscultan hasta sus partes traseras) ¡SOCORRO!, hay que salir de casa urgentemente…
Es una ruta perfecta para el invierno, fácil, cortísima y bonita. Lo justo para dar un paseo con niños, un amigo que lleva muletas y una embarazada. Así que nos abrigamos hasta que no pudimos ni mover las cejas, y nos fuimos hacia Somosierra, la localidad más al norte de Madrid.
Cómo llegar a la Chorrera de los Litueros
Está a unos 85 km de Madrid, y merece la pena quedarse a pasar el día en la zona porque hay muchos lugares que conocer. Parece mentira que en un lugar tan tranquilo y apacible se vivieran grandes contiendas bélicas, (eso sí, si vas a morir mejor con unas bonitas vistas de fondo que en un basurero municipal…).
Este sitio fue escenario de una de las batallas más épicas registradas durante la invasión napoleónica, aunque nosotros dejaremos a un lado esa parte para poder disfrutar del camino y dirigirnos por un agradable camino hasta la Chorrera de los Litueros.
La ruta tan solo tiene 2 kms, aunque con niños se tarda cerca de una hora corta. No tiene ninguna complicación, salvo alguna parte helada, y un pequeño riachuelo que se puede atravesar sin problemas por encima de unas rocas, aunque el último tramo sí puede resultar un poco dificultoso para los más pequeños, ya que el suelo está bastante resbaladizo (evidentemente solo en invierno).
Así que la ruta solo permite llevar carro de bebés hasta justo antes de llegar a la chorrera, que es el momento donde empiezan a surgir los pedruscos.
La ruta hacia la Chorrera de los Litueros
Se comienza en la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad, en el mismo paso de Somosierra. Enfrente de una gasolinera junto a la que se puede tomar la actual A-I o la antigua carretera N-I, que es la que cogeremos. Para eso habrá que continuar, pasando la gasolinera, por la carretera que desciende junto a las señales que indican la curva.
No es complicado, se ve muy fácil la entrada. Este camino se puede hacer a pie o en coche, aunque nosotros lo hicimos en coche porque no es que sea muy interesante. A 1 km sale una pequeña pista a la derecha, no está indicada pero se puede ver una valla metálica que suele estar cerrada para que no se escape el ganado, y que tiene un torno para poder pasar sin problemas.
Ahí comienza la ruta. El camino es ancho y encontraremos pocos puntos en los que no sabremos por dónde seguir. El primero de ellos nos lo encontramos al girar la pista a la derecha, donde debemos continuar de frente.
Nosotros tuvimos que sortear unas vacas enormes que nos miraban con cara de pocos amigos, pero mis hijas estaban encantadas y se fueron directamente a tocarlas como si se tratasen de tiernos corderitos. No os imagináis las caras de circunstancia de las vacas cuando vieron acercarse a dos niñas asilvestradas sin ningún miedo a acariciarlas… salieron por patas tan rápido como pudieron (e hicieron bien porque nuestros gatos un día de estos hacen el hatillo y se largan de casa de los sobados que los tienen).
A media ruta de la chorrera
Atravesaremos un riachuelo -que parece más un charco-, por unas piedras, y que se conoce como el Arroyo de las Pedrizas. Poco después sale un estrecho camino a la derecha, sin ningún tipo de indicación, y que va en ascenso. Parece que no va a ser el camino correcto ¡LO ES! Si os pasáis os encontraréis otro riachuelo, esta vez más complicado que el anterior, no os hagáis los Indianas Jones, no hace falta, te has pasado y tienes que retroceder unos metros el camino.
Ahora el sendero se vuelve más estrecho y empinado. En este punto tuvimos que dejar al de las muletas sentadito en el suelo (no os preocupéis porque queda muy poco tiempo hasta la chorrera y nuestro amigo no murió congelado esperando, e incluso nos sigue hablando).
Aquí hay que tener cuidado con los niños más pequeños porque nos encontraremos piedras grandes en el camino y conviene que les agarremos de la mano (aunque las mías parecían dos cabras monteses. Sufría yo más al verlas correr por las piedras, que ellas). A pocos metros ya se escucha el sonido de la cascada.
Mi opinión sobre la ruta
No voy a engañaros, La chorreras de los Litueros no son las cataratas del Niágara, ni siquiera las del Río Cuervo (preciosa excursión que os contaré en otra ocasión), sino más bien de un pequeño chorro de agua (de ahí el nombre de chorrera), eso sí, muyyyyy alto.
Durante los meses de lluvia cae un poco más de agua, pero últimamente, como no llueve mucho la cascada se reduce a poco más de un chorrillo que desciende por las piedras, en forma de cola de caballo, y que crea el arroyo del Caño. Nace de unos manantiales que se encuentran en las cumbres, y prosigue hasta el arroyo de Las Pedrizas, convirtiéndose en el nacimiento del famoso río Duratón.
Porqué merece la pena hacer la ruta en invierno
Al llegar allí nos quedamos perplejos porque parte de la chorrera estaba congelada, y todo el agua que salpicaba en la caída, y que había mojado la vegetación de alrededor, se había helado, con lo que la zona estaba totalmente cubierta de escarcha. Cada rama, hoja, y brizna de hierba estaba totalmente blanca, como si se tratase de nieve.
Además parte del arroyo y de la propia chorrera también estaba congelado, con lo que la vista era impresionante.
Apenas podíamos tenernos en pie de lo mucho que escurrían las rocas (totalmente prohibido para los niños), pero nos apelotonamos todo lo que pudimos, con unas posturas dignas de la mujer elástica de los Increíbles, sujetándonos a todo lo que encontramos a nuestra mano, para poder fotografiar aquella maravilla helada. Por supuesto no pudimos evitar el comentario de las niñas sobre la ¡maldita película Frozen, que ya me sale por las orejas!
De vuelta recogimos a la embarazada y al lisiado, y tan contentos para casa. ¡Otro día más resuelto con salida al campo!
Ahora sí que nos hemos ganado el sofá con mantita y peli…
preciosas fotos, me encanto.
gracias,Meche
Bonita excursión, tranquila, sin cansarse mucho, ideal para ir en compañía de niños pequeños o grandes, ya de la tercera edad. Sobre todo con un día con un cielo tan azul.
Hasta para este tiempo tan frío tienes planes chulos!!! Que máquina!!!
Magnífico plan, no dejaré de hacerlo…
[…] te dejo más información sobre esta ruta con carro y […]