Museo de Ciencias y tecnología para niños en Madrid

Museo de Ciencia y tecnología para niños

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El MUNCYT, o Museo Nacional de Ciencias y Tecnología es, quizás, el museo que más les gusta a mis hijas. Este museo, donde todo se puede tocar, oler, manosear, escuchar… es, lo que se dice, un museo empírico a más no poder.

Muy al contrario de lo que nos han inculcado a los viejunos, como yo, en el colegio, os aviso que aquí la ciencia puede ser muuuuuy divertida.

Un Museo de Ciencia y Tecnología para niños

Os lo puedo asegurar, este museo está pensado enteramente para los niños. Cada teoría dada por algún científico está expuesta aquí, pero de manera que los niños puedan vivirla, tocarla, experimentarla in situ con sus manitas, y no sobre un papel donde las ideas suelen volverse intangibles y complicadas para los más pequeños.

No es excesivamente grande, lo justo para pasar 3 o 4 horas sin que los niños desfallezcan de aburrimiento, ya que probar cada aparato y experimento no es moco de pavo.

Como crítica, puedo decir que, es cierto que, ante tanto invento, muchas veces los niños tiran de palancas, se suben a balanzas, miran pantallas sin saber lo que hacen. Ellos esperan una reacción apoteósica, un volcán que explota, una imagen embelesante…, y eso no siempre ocurre, así que los adultos nos dedicamos a leer los carteles e intentar explicar el porqué de las cosas (que no siempre es fácil, porque algunos cuesta un poco descifrarlos, incluso para los mayores de 40 años), pero, aunque no sepan de qué se trata, lo pasan en grande porque, por fin, hay un museo donde las cosas se pueden toquetear sin que a sus padres les dé un San Pipurcio.

Cómo es el MUNCYT

Ciencia en el Museo de Ciencia de Madrid

El MUNCYT está dividido en varias secciones:

Las Salas Patrimonio: Donde encontraremos la evolución de algunos aparatos que hoy todos conocemos pero que, en su día, fueron una auténtica revolución: el teléfono, los automóviles, el cine, la medicina… Todo muy entretenido para los niños, y para los padres, que recordaremos con nostalgia o con terror, algunos de aquellos inventos (ojito a la sala médica, que le pone a uno cara de limón exprimido…)
Sala del espacio y del Tiempo: Echaremos una mirada atrás en el tiempo para descubrir los primeros instrumentos de navegación, de astronomía, las primeras lentes… Aquí los padres flipamos en colores (expresión de los 80, que no sé si entenderás si has nacido a partir del 2000), aunque a los niños les parece un poco más aburrido porque se trata solo de mirar sin tocar.
Gabinete y área de Interactivos: Casi 90 experimentos manipulativos que ayudarán a los niños a entender algunas curiosidades del mundo científico.
Nanoespacio: De 3 a 5 años. Un lugar donde los más pequeños podrán hacer sus pinitos experimentando.
Nanoplanetario: De 3 a 8 años. Un lugar mágico donde todos quisiéramos meternos para explorar el Sistema solar y disfrutar de las curiosidades del Universo.
Microespacio: De 3 a 8 años. Para descubrir fundamentos sobre la materia, la luz, la mecánica, a través de juegos.
Planetario: Con sistema de proyección digital, con sesiones infantiles y planetario en vivo.
Talleres: Para familias con niños a partir de 6 años. Nosotros hicimos uno de electricidad que nos puso los pelos de punta literalmente.

Más información del Museo de Ciencia y Tecnología

Decenas de experimentos para niños en el Muncyt

Si a alguno os sonaba este museo es porque antes era el famoso CaixaForum. Ahora, es totalmente estatal, por lo que la entrada es gratuita, lo que se agradece. Sólo hay que pagar los talleres, que son unos 3 euros por niño, aunque los niños no podrán entrar solos, así que tendréis que abonar otros 3 euros por cada adulto también.

No hace falta reservar los talleres con antelación, ya que suele haber sitio, aunque si el taller es muy popular, nunca se sabe…

En el interior hay una sala de picnic, con lo que se puede entrar con comida, y una cafetería para picar algo.

En resumen…

Ya os aviso que, aunque el museo esté pensado para los chavales, los padres nos quedamos embobados toqueteando todo aquello que un día nos explicaron en un libro y que realmente nunca supimos para qué servía o qué significaba (incluso los que fuimos a ciencias puras…).

Se trata de un museo de ciencias en estado puro, donde todo es divertido e, incluso, observar las estrellas, y es que…

¿Quién ha dicho que la física es un rollo?…

Muuuuuy recomendable!!